Orígenes del Programa
El proyecto curricular de Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria tuvo su origen en el año de 1996, como una propuesta de formación postgradual liderada por docentes de diferentes proyectos curriculares de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en particular de Ciencias Sociales y Lingüística. De este modo, teniendo en cuenta algunas de las transformaciones más relevantes en el conjunto de las ciencias humanas y sociales, como la redisposición epistemológica en torno a las cuestiones del lenguaje, la crítica a los imaginarios y representaciones históricas de las cuestiones sociales, las subjetividades y la relación entre conocimiento, poder y política, la propuesta de Maestría se dirigió a retomarlas en una de sus consecuencias más evidentes: la urgencia de una reforma del pensamiento social que involucrara el tránsito de las indagaciones disciplinares y multidisciplinares a las interrogaciones interdisciplinares.
La maestría desde sus inicios se constituye en un espacio de encuentro y reflexión interdisciplinaria sobre la realidad social, dada desde diferentes disciplinas humanas y sociales, como son la antropología, sociología, historia, lingüística, psicología, ciencia política, economía y semiótica y de cara a una pregunta general que da origen al proyecto académico: ¿Cómo investigar y construir conocimiento social a partir de la compleja realidad cultural colombiana?
Entre las tendencias de orden conceptual que contribuyeron a gestar el proyecto interdisciplinario de maestría, se destaca la crisis epistemológica y metodológica de las Ciencias Sociales, surgida entre las décadas del 70 y el 90 del siglo XX que condujo a una visión más abarcadora de lo social y al debilitamiento del enfoque binario-disyuntivo, fragmentado y objetivado. Coherente con esta postura se entiende que la crisis no está referida a la posibilidad de constituir conocimiento social, sino a la forma disciplinar de representarse lo social y a las lógicas de reducción y disyunción utilizadas para pensar este campo.
En este sentido, aunque la propuesta interdisciplinar de la maestría tiene como punto de partida la fortaleza de las disciplinas, transita hacia la configuración de un tejido que no emerge desde las categorías teóricas propias de cada disciplina, sino desde las comprensiones que territorializan y desterritorializan lo social, constituyendo nuevos ámbitos de sentido que emergen desde las líneas de investigación. Se establece entonces un doble movimiento de distinción y conjunción que permite:
- Diferenciar trayectorias teóricas, metodologías, campos de estudio y problemas de cada una de las líneas recogidas en el proyecto curricular,
- Generar un diálogo entre las líneas que da lugar a un tejido interdisciplinar
- Evidenciar un pensamiento autoreflexivo y reticular, respecto de una realidad social que es compleja y multidimensional.
- Asumir una práctica interdisciplinaria que supone una actitud transdisciplinar, o sea, la emergencia de una subjetividad que le permita al estudiante cruzar fronteras disciplinarias, construir puentes, crear vasos comunicantes o escuchar seriamente lo extraño posicionándose ante los márgenes de lo social.
Finalmente se trata de establecer que la investigación a partir del rescate de narrativas, memorias y experiencias que aluden a un pensamiento que difiere de la racionalidad analítica, se convierte en un compromiso de orden epistemológico y político al interior de la propuesta de maestría; no se trata simplemente de nombrar narrativas en su existencia singular, simbólica y cotidiana, sino interrogarlas en su relación con los imaginarios y los discursos, con la dominación y la exclusión, con la constitución de subjetividades múltiples y con el poder y la política.